En hombres con una edad superior a los 50 años, los problemas de hiperplasia benigna de próstata son comunes. Los síntomas son muy molestos y provocan una drástica disminución de la calidad de vida. En este tipo de perfiles, la opción más recomendable, es la cirugía de próstata, concretamente la operación de próstata con Láser Holmium.
Se trata de una nueva técnica realizada desde 1996, que destaca por su eficacia, seguridad y durabilidad. Este tratamiento está indicado para próstatas de gran tamaño donde la operación de Láser Verde es insuficiente. Adicionalmente, a través de diferentes estudios, se ha podido confirmar que esta técnica no afecta a la continencia urinaria, ni a la función sexual.
El Láser de Holmio permite tratar estas próstatas a través de la uretra, con menor sangrado y una estancia hospitalaria menor que con la cirugía abierta (5-7 días) y similar a la estancia tras un tratamiento con láser Verde (1–2 días). El láser Holmio «permite la enucleación –extirpación– completa del adenoma y su extracción mediante un morcelador transuretral, pudiendo utilizarse en próstatas grandes de hasta 200gr». Inicialmente, la técnica conlleva la división de la próstata en sus tres lóbulos anatómicos. Cada lóbulo es enucleado de forma retrógrada, consiguiéndose el mismo efecto que con la Adomectomía Prostática Retropúbica (cirugía abierta). La tecnología láser tiene una alta capacidad de coagulación porque sella de forma eficaz los vasos sanguíneos de la próstata tratada. Otra ventaja es la importancia de extraer todo el tejido enucleado para estudio histológico (biopsia) –algo que con el láser Verde no es posible, al desaparecer el tejido–, la menor necesidad de irrigación de la vejiga y menor tiempo de sondaje vesical.